En el comienzo de cada año, nuestro feed es bombardeado con posts y promesas de mejores propósitos para los próximos meses. Pasando de los propósitos personales a los profesionales, la mayor parte de este contenido empieza a perder su sentido, ya que sabemos que nunca cumpliremos estos propósitos, y que fácilmente volveremos a nuestros viejos hábitos.
Dicho esto, , una de las principales razones por las que nunca cumplimos nuestros propósitos es porque tendemos a perder de vista el panorama general.
En nos proponemos empezar a planificar nuestros días con un cuaderno, por ejemplo, y descuidamos el objetivo final de , que es mejorar la productividad.
Este proceso es muy similar al de la creación de una empresa. Y en ambos casos, es especialmente importante no perder esta visión al dividirla en tareas específicas.
Desde la creación de un proyecto hasta su finalización, la mayoría de las startups acaban rotando. Este cambio se debe a que lo teórico no siempre sobrevive en la realidad, y la mayoría de las veces se ve obligado a adaptarse, y por tanto a cambiar de forma para sobrevivir. Dicho esto, al mantener una visión clara -independiente de la realización del proyecto-, estas startups consiguen adaptarse mejor para conseguir sus objetivos.
Así, al hacer nuestros propósitos, ya sean personales o profesionales, debemos primero definir claramente nuestra visión global.
TimeTonic le permite crear cuadernos, que son espacios de trabajo, cada uno dedicado a un tema específico. Un cuaderno de "productividad" le permitirá definir claramente los pasos a seguir, las tareas precisas, los mini-objetivos... y situarlos en el tiempo.
Al mismo tiempo, la opción de filtro te permite distinguir entre tareas completadas, en curso y aún no iniciadas. Pero también la dificultad de cada una de ellas.
Puedes crear todas las que quieras y según tus necesidades. Es un sistema de seguimiento fácil de usar y eficiente.
Luego llega el momento de definir las tareas específicas y concretas para alcanzar estas visiones.
En esta etapa, es importante definir un cierto aumento del ritmo. De nada sirve esperar cambiar los hábitos si no se puede medir el progreso.
Así, puede utilizar el calendario de su aplicación empresarial para definir hitos en el futuro. Por ejemplo, después de 3 meses, habré dominado un nuevo software; habré aumentado la productividad de mi equipo en un 10%; podré cambiar a una nueva modalidad de formación; etc.
Estos hitos repartidos a lo largo del año te permiten medir tus progresos a medida que avanzas. Pero también para captar y comprender claramente tu ritmo. No dudes en modificar este calendario a lo largo del año si notas que te adelantas, por ejemplo, o viceversa.
Hay que tener en cuenta que no existe un "punto de referencia del progreso". Depende de cada parte interesada, pero también y sobre todo de las prioridades. Un equipo que prioriza el rendimiento a corto plazo no tendrá los mismos resultados que uno que construye una base para el rendimiento a largo plazo.
Tras la fase de planificación, comienza la fase práctica.
Utilice notas o comentarios para documentar sus progresos, dificultades, sorpresas, etc. Esto le permitirá enriquecer su sistema de seguimiento. Y también te dará una base para tus próximos propósitos.
Los códigos de colores también son muy eficaces cuando se trata de gestionar el tiempo. Asigna un color a cada aspecto de tu proyecto, así podrás ver cuál es el que más consume y si tu agenda está efectivamente equilibrada entre la multitud de prioridades que tienes.
TimeTonic te permite embarcarte en esta aventura en equipo.
Cree su cuaderno dedicado y añada a él a los miembros de su equipo. Puedes asignar una responsabilidad a cada uno. El uso de este sistema te ofrece una imagen muy clara del progreso de cada miembro y de las posibles carencias. Y, en consecuencia, una visualización de la fuerza del grupo.